lunes, 27 de junio de 2011

Disfrutá el cuento: "Relatores" de Alejandro Dolina

El voto cantado es el cambio por un Juventud victorioso

El 23 de junio la posibilidad del cambio está latente entre los antonianos, sólo será cuestión de que el socio con total responsabilidad y sin temores decida modificar la forma de trabajo y las ideas implementadas desde hace más de cinco años en el Club. 
El voto cantado no debe ser otro que hacer que Juventud Antoniana siga siendo una gran Institución pero ya no por los logros pasados, sino por éxitos presentes que den resultados a futuro.
“Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”; decía Giuseppe Tomasi di Lampedusa, escritor Italiano. En Juventud Antoniana, hay grupos de autoridad que actúan con total falsedad y se conforman y adaptan a triunfos efímeros que no llevaban a ningún tipo de progreso pero que son usados para su propio beneficio y así buscan mantenerse en el poder.
El Santo se convirtió en una entidad que hace años no es protagonista por conseguir victorias futbolísticas y cuando lo hizo, en su momento, no logró sostenerse en una posición expectante para su porvenir. Tampoco, pudo destacarse en grandes obras o adelantos en el crecimiento como sede social y deportiva; y esto habla, sin lugar a dudas, de un conformismo absurdo, egoísta y vergonzoso que no permite el desarrollo de todos los antonianos.
Es momento de vivir una transformación porque sólo la renovación puede mantener la mística, el origen y la historia del Club. Si sucede todo lo contrario, lo único que se obtendrá será quedarse en el tiempo, recordando hechos que sucedieron alguna vez y que nunca más se volvieron a vivir y se logrará un retraso en el pensamiento progresista que debe tener toda institución deportiva si quiere realmente construir una estructura de futuro sólida.
Las decisiones y los errores  cometidos de manera repetitiva se han convertido en la suma de malas experiencias futbolísticas, de manejos institucionales desordenados y de intentos en vano que tienen nombre y es la frustración y el fracaso. Esta Comisión Directiva se enceguece en su necedad y necesidad de permanecer y no perder la notoriedad que les da un club como Juventud y se coloca en una postura intolerante ante algunos reclamos y reproches justificados y justos por parte de los socios.
El asociado tiene en sus manos la oportunidad de actuar con total compromiso por los colores antonianos y desechar la idea de que los cambios no son buenos. Todo proceso de reforma y reajuste permite una evolución en la medida que la marcha que se decida recorrer se base en objetivos claros, serios, viables y posibles.

La Promesa que vale más: El hecho posible

Es entendible que algunos candidatos que se presentan en elecciones utilicen como estrategia dar a conocer propuestas que seduzcan, impresionen, sorprendan y deslumbren al socio pero es cierto también que las grandes promesas son las expresiones de las esperanzas que tenemos y es necesario primero tener los pies sobre la tierra, encontrar los medios necesarios y recién poder ofrecer para cumplir y no al revés.
El antoniano es inteligente, sabio y capaz de diferenciar entre aquellos proyectos que realmente puedan concretarse y que no aspiran a cosas demasiados grandes porque la realidad de la Institución marca una línea de posibilidades que se pueden puntualizar en corto, mediano y largo plazo.
Sólo el plan que tenga como intención comenzar satisfaciendo las necesidades mínimas y básicas de las inferiores, de la refacción del Fray Honorato Pistoia, de la participación activa del hincha y del socio y después la meta de éxito deportivo podrá ser factible en Juventud, dentro de los próximos 2 años.
En la próxima Asamblea el voto elegido lleva impreso la confianza, el optimismo y la seguridad de que lo que se postergó durante tantos años puede hacerse realidad en poco tiempo. Ya se prometió demasiado en varios períodos y fue malo y contraproducente esperar tanto para el socio y el hincha. El 23 de junio la valentía del antoniano está a prueba sólo el que arriesga puede conseguir cosas importantes y ganar o sino aprender y sumar una nueva lección pero nunca perder.

Un nuevo “Pergamino” de Gloria

Cuando pasen los años los diarios podrán contar y reflejar en sus tapas, centrales, suplementos, en fin, en sus hojas, que después de catorce años y tras largas temporadas de luchas el Albo salió Campeón. El desenlace final fue en cancha de Douglas Haig, donde Gimnasia sumó un nuevo “Pergamino” para enriquecer su propia leyenda.
La historia futbolística de Salta, sumó un nuevo capítulo de gloria y honor porque un 20 de junio del 2011 no sólo se festejó el Día de la Bandera, sino que Manuel Belgrano también se vistió con la “celeste y blanca” y junto al pueblo de Gimnasia y Tiro se entrelazaron en un gesto fraternal para sentir la fiesta única de un ascenso esperado y postergado durante tanto tiempo.
El sueño se hizo realidad y la mezcla de sentimientos y sensaciones es incontrolable; los goles cantados, halagos dados y recibidos, saludos interminables y los abrazos de felicidad, se combinan entre lágrimas y risas. Lo que tanto costó conseguir se termina gozando mucho más.
No es para menos, mientras  se desarrollaba el encuentro ante Defensores de Belgrano de Villa Ramallo las palpitaciones estaban a mil. Pasaban los minutos y el final era predecible. Desde el banco de suplentes la sensación no era otra que esperar el “pitazo final” para dar rienda suelta a tanta fiesta preparada y ansiada.
Los “gladiadores” estuvieron alentando en las tribunas, después de recorrer más de 1500 kilómetros, pero también el alma guerrera se hizo presente, como siempre, dentro de la cancha jugando como un “relojito”, donde todo estaba calculado. Jugando así, el Albo dejó atrás un Argentino B para el olvido e hicieron renacer la fuerza del gran Gimnasia y Tiro de Salta.
El camino hacia la gloria no es otro que el del esfuerzo y trabajo constante, del aliento hasta el final, del ánimo a caer pero también a saber levantarse y del empuje con paciencia para ser mejores y  así recuperar el lugar perdido pero jamás olvidado.

El miedo desapareció y el sueño se hizo posible

El corazón y la mente del hincha de Gimnasia es un baúl abierto de emociones y recuerdos que se manifiestan en la retina de sus ojos. Tantas finales vividas pero celebradas de maneras diferentes porque el contexto tenía otro tinte y las situaciones ameritaban un festejo particular. Este ascenso conseguido lleva contenido todo el júbilo, entusiasmo y regocijo que se aguantaron sus hinchas a lo largo de estos años. Esta campaña 2010 – 2011, tuvo desde el principio un condimento especial pero fue difícil dejar de lado los temores de una nueva frustración.
El éxito se busca de manera incansable, una y otra vez, convirtiendo las fases en metas cumplidas y las metas en fases superadas. Esto es precisamente lo que hizo Gimnasia y Tiro de la mano de Salvador Ragusa, que con teorías más que con hipótesis  supo implementar y plasmar en cada partido su forma de trabajo, y encontró en la personalidad de cada uno de sus dirigidos una identidad “albiceleste” inquebrantable y sólida que sus rivales no supieron vencer nunca de local  ni visitante.
Es inevitable que la nostalgia aparezca en estos momentos y se trae a la memoria a las grandes glorias que se coronaron campeones con el Albo como: “Palito” Álvarez,  Miguel Rodríguez, Miguel “Tigre” Amaya, Isidro Iturrieta, “Loco” Viano, “Toti” Olarte; entre otros, que vistieron con orgullo y pasión la casaca del Glorioso. Hoy ellos miran con humildad y gozo la consagración de jugadores que se vieron envueltos por la mística sagrada de Gimnasia.  Seguramente, otro emblema como lo fue el “Pelusa” Cejas, con su “típica marca personal", esboza una sonrisa desde arriba y festeja por un nuevo logro Albo.
Los “Defensores de sueños” se llevaron el título de Campeón del Argentino B. Conquistaron superando riesgos y terminaron triunfando con gloria. Para el pueblo Albo, esto es tan sólo una poción de ánimo que les  permite renovar la confianza para emprenderse en un nuevo sueño y esperar, otra vez, el turno para reconquistar en escenarios de Primera como se lo merece Gimnasia y Tiro.
Agosto los espera en otra categoría, el Argentino A, partidos clásicos con rivales de siempre serán la “vedette” y la nueva cartelera para una temporada que ya está en los planes y que pronto se pondrá en marcha.

Un Albo “Defensores” de sueños ante Ramallo

Gimnasia y Tiro consiguió estar en un lugar de privilegio en el Torneo Argentino B. Logró conquistar en un campeonato complicado, recorriendo un camino que no siempre fue de rosas ni mucho menos de cruceros de placer pero supo convencer a toda su gente que lo siguió desde el principio y hasta el final; disfrutó de las victorias conseguidas y vivió los sinsabores de las derrotas. Ahora, va en búsqueda de la gloria ansiada porque no anhela otra cosa que triunfar con honor.
El sueño tuvo fecha de inicio y arrancó el 5 de septiembre del 2010, con un plantel colmado de esperanzas renovadas, tras muchas luchas sin éxito, y al igual que sus hinchas, la meta era clara, salir de la cuarta categoría del fútbol argentino e ir escalando de a poco para volver a ser el Gimnasia y Tiro de primera, que tantas satisfacciones provinciales brindó.
De a poco el equipo se fue haciendo fuerte, tomando forma, acoplándose y siendo imbatible, primero de local y después, ganando en escenarios duros de visitante. Se convirtió en el Albo “a todo terreno”, que le jugaba de igual a igual a todos los equipos que tenía enfrente porque tenía la convicción, certeza y la capacidad de dirigir los logros y habilidades individuales hacia los objetivos del grupo y yendo siempre, todos juntos, hacia una visión en común, el ascenso.
Las fechas se disputaban, Gimnasia superaba las pruebas de manera positiva y eso permitía que crezca, domingo tras domingo, la ilusión y las expectativas en los hinchas. Llegó el 9 de abril del 2011, ganó ante Famaillá 1 a 0 y el Albo había cumplido con mucho éxito su primer objetivo trazado. Pero se preparaba para el último tramo clave, el más decisivo, definitivo y esperado porque el Cuadrangular estaba en marcha y se debía llegar a como dé lugar a la Semifinal.
Las etapas se fueron pasando con tranquilidad y en el camino quedaron 9 de Julio de Morteros, Concepción FC, Tiro Federal de Morteros y Chaco For Ever la fórmula era clara: el juego que siempre se planteaba salía casi de memoria, en cada combate relucía el “plus de garra” que cada uno de sus protagonistas se había guardado para esta instancia y el trabajo inteligente desde lo táctico permitía que las fases se superen con total seguridad y serenidad.

Y los sueños sí se hacen realidad…

Hoy el conjunto de Ragusa, caminando a paso firme y por esa senda está a horas de vivir el día “D”, del momento que tanto soñaron y a 90 minutos de alcanzar lo que tanto codiciaron y es poder codearse por primera vez con los otros dos equipos salteños en un mismo campeonato y además subir a un escalón que les permita mirar desde otra perspectiva el futuro deportivo.
El plantel albo junto al temperamental técnico Ragusa transita estos días de una manera particular. En los entrenamientos matutinos ya se respira otro clima, las prácticas de fútbol durante las tardes tienen otro color y las declaraciones de los jugadores tienen un tono diferente. Esto pasa porque ya se palpita la emoción de jugar el último partido de la final ante Villa Ramallo, la energía indudablemente es otra y la vibra es diferente.
Durante toda la campaña la banda del Albo no dejó de alentar y al compás del: “Yo siempre aliento, este año no me falles por favor dame una alegría la vuelta tenés que dar” y en la batallas más difíciles no faltó el: “Señores dejo todo me voy a ver al Albo porque sus jugadores le van a demostrar que salen a ganar quieren salir campeón que lo llevan adentro como lo llevo yo”. Cánticos que no sólo retumbaron e hicieron eco en las tribunas del Gigante, sino que se escucharon a los cuatros vientos y el jugador entendió clarísimo el mensaje. En esta oportunidad, la ilusión se está haciendo realidad y el fútbol cumple los sueños de sus hinchas. Ahora le tocó de nuevo el turno al glorioso Gimnasia y Tiro, que tuvo que esperar 14 años para volver a sentir la euforia y alegría de sentirse campeones.
No hay tiempo para perdedores, el sueño del Albo tiene fecha de vencimiento y este lunes 20 de junio será el momento que pasará a la historia de Gimnasia. El héroe “celeste y blanco”, saldrá a la cancha con la valentía de hacer valer y respetar las ilusiones de los 300 hinchas que podrán viajar a Pergamino para acompañar. El único motor que los motivará a gritar campeón serán los miles de corazones albos que seguirán por televisión y desde Salta la inmensa satisfacción de haber aguardado tanto tiempo para llegar a una final así.
Seguramente, lo que tanto costó conseguir se termina gozando mucho más… 
Foto: www.elgigantedesalta.com.ar

El socio quiere ponerle nombre al futuro de Juventud Antoniana

Se acercan las elecciones en el Centro Juventud Antoniana y este nuevo proceso de toma de decisiones que se llevará a cabo el 23 de junio debe ir acompañado de un tiempo de reflexión, compromiso, responsabilidad y obligación por parte de los socios a la hora de elegir los futuros representantes y encargados de llevar adelante las riendas de la querida Institución.

“El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho”;  decía Wayne Dyer, escritor estadounidense. Hace tiempo que las ilusiones, los sueños y deseos de los antonianos se ven truncados por varias razones y los desaciertos pasados provocaron que en el presente se deba pagar por esos errores. De esa manera, se postergó poder satisfacer las necesidades primordiales del Club. El pasado tiene que permitir revelar una estructura de futuro.
En estos últimos años, se cometieron equivocaciones a nivel dirigencia y está a la vista de todos que las frustraciones, desilusiones y los proyectos malogrados son el resultado de que las cosas no se están haciendo bien y que el camino elegido no es el mejor ni el más apropiado.
El descuido en aspectos importantes como la relación y participación del socio quedó en segundo plano. Esto causó que se haya perdido la esencia de una entidad para la familia y del pueblo y se convirtió en la "propiedad de unos pocos" y dejó de ser la sede de todos.
Está claro que conseguir el progreso sólo depende de tener bases sólidas, en lo social, económico y deportivo.  Únicamente así, se podrá ir más deprisa que los otros pero siempre avanzando a paso firme, por el buen camino.
Esta vez el socio tiene el poder de hacer valer su voz y voto ante la Asamblea que se llevará a cabo el próximo 23 de junio. Desde hace tiempo, el antoniano reclama un cambio de timón, tomar un rumbo diferente y tener nuevas alternativas. Es el momento de lograr una maduración desde lo institucional (dirigentes) y desde lo social (socios), y sólo en la elección democrática, estará el crecimiento que necesita Juventud Antoniana.

En el cambio estará la estructura para el futuro

Lo mejor que le pudo pasar a la Institución es contar con otra propuesta, porque permitirá que sea aun más democrática y optativa para el socio la acción de elegir. El oficialismo, conformado en su mayoría por los mismos nombres que están actualmente y encabezado por Rubén González y Mariano Mera Figueroa, ya tiene una línea de trabajo conocida y marcada desde hace más de cinco años.
Por el lado de la lista “Por un Juventud Nacional”,  conformada por Jorge Guaymas y Julio Dagum surge como alternativa para lograr un cambio de dirección de la entidad antoniana. Tiene trazado un proyecto de transformación a largo plazo donde las prioridades, fundamentalmente, sean los socios, las inferiores y el éxito futbolístico. Consideran que sólo en ese orden se podrá dar el desarrollo institucional y deportivo que todos pretenden.
Pero las cosas no se van a modificar si dirigentes, socios e hinchas no evolucionan en su manera de actuar, de manejarse y concretar sus intenciones. La realidad muestra que cuando ya no somos capaces de cambiar una o varias situaciones que se repiten, necesariamente nos encontramos ante el desafío de cambiar nosotros mismos.  Y ese será el reto al que se deberán someter cualquiera de los candidatos que esté al frente de Juventud Antoniana.
El socio es el protagonista, y en las elecciones quiere ponerle nombre al futuro de la Institución antoniana. Esa denominación no tiene que ser otra que lograr alcanzar los sueños, aprovechar y concretar de manera consciente las oportunidades que se presenten y elaborar un mañana donde cada uno de los antonianos se sientan orgullosos de tener un Club que con sacrificio y actitud logró acrecentar sus aspiraciones y recuperar ese honor, gloria y prestigio que supo tener en sus mejores tiempos.
Descubrir y concretar una estructura de futuro será posible permitiéndose primero una transformación del presente. La imagen del Club son los socios, las inferiores y finalmente los logros deportivos. El trabajo debe estar sustentado en quienes sostienen la Institución, darle la importancia necesaria a la materia prima que permite el crecimiento y los éxitos del equipo de primera permitirá cumplir el objetivo de un plan largo y difícil.
Analizar, observar, comparar, pensar y por último elegir deben ser los pasos a seguir para el socio, que tiene la responsabilidad de empezar a escribir la nueva historia Santa. SON  antonianos y el 23 de junio está en juego lo que SERÁN y quieren para Juventud Antoniana.

El pacto se ha renovado y la esperanza se mantendrá encendida


El Cuervo disputó 41 partidos y recorrió 41.000 kilómetros. Una gran campaña de un equipo que no pudo conquistar el Argentino A, ni ascender a la B Nacional pero le hizo vivir muchas alegrías al pueblo azabache y ahora piensa en su futuro. Las elecciones están en camino y un nuevo partido se pone en marcha.

El inicio de Central Norte en la temporada 2010 – 2011 por el Torneo Argentino A, fue la inauguración constante de ilusiones que fue construyendo este equipo en base a esfuerzo, sacrificio y perseverancia. El plantel azabache, venía de un ascenso y arrancaba una nueva campaña con las expectativas  de querer ser protagonista, con la idea firme de dejar una buena imagen en cada partido y terminó siendo el Gran Actor de una anécdota que fue por lejos  la mejor actuación en su historia futbolística.
 El Cuervo comenzaba escribiendo su capítulo con Pedro Rioja como técnico y culminó su participación y además  peleando para llegar a la Promoción con Jorge Honecker, al frente del equipo. Una historia llena de emociones con tristezas, alegrías y mucha satisfacción, sólo les faltó recibir la recompensa por no haberse dado por vencido nunca ni aun cuando las situaciones eran adversas.
 A Central Norte le llevó varias fechas lograr acomodarse y entrar en el ritmo propio de un campeonato que en los últimos años se semi profesionalizó  en muchos aspectos. Le costó pero tuvo el auge y la fuerza necesaria para revertir malos momentos que le tocó vivir y así el Cuervo empezó a volar alto y llegó muy lejos. Para el Azabache fue: “Una búsqueda que comenzó siempre con la suerte del principiante y terminó con la prueba del conquistador."; como lo decía el novelista brasileño Paulo Coelho.
El Cuervo tuvo en sus manos la oportunidad más excitante, apasionante y estimulante cuando clasificó al Nonagonal, pero no pudo aprovecharla al máximo y tuvo que volar hacia una montaña más alta aún para no perder en el camino ese sueño y esa ilusión que iba acompañado de la realidad y respaldado por todos sus protagonistas. Tan alto fue el vuelo que recorrió casi 41.000 kilómetros en total, para demostrar que con convicción, astucia y entereza la gran osadía del ascenso podía hacerse realidad para todos.
Lo más sustancial que nunca perdió este plantel fue mantener viva la EMOCION en su forma de juego y de esa manera transmitió a su público la paciencia y sensación de que todo podía ser posible, hasta lo imposible. Pero la audacia cuerva no pudo llegar a la cúspide de la montaña con gloria y de casi ser el gran logro en su historia pasó a convertirse en una aventura inolvidable porque, sin lugar a dudas, hizo encender esa esperanza humilde en el pueblo azabache.
El fútbol da muchas posibilidades y Central Norte ha dejado una vez más impreso su sello histórico de constancia, empeño y firmeza para llegar lejos, muy lejos; nada se les puede reprochar sólo agradecer la entrega, dedicación y respeto hacia una Institución popular que querrá, seguramente, volver a dar batalla en un nuevo capítulo de su vida futbolística y alcanzar el reposicionamiento que supo lograr aquel 22 de junio de 1986 en la segunda categoría del fútbol argentino.
Los aplausos y las lágrimas finales en su última presentación ante Desamparados de San Juan, fue lo que se terminó llevando este grupo de jugadores, que con una identidad de trabajo única y bien marcada y una personalidad polémica pero con resultados positivos, ha logrado hacer sentir en el corazón del hincha el orgullo más inmenso de ver en cancha a la casaca “negra y blanca” correr detrás de la pelota con una pasión, valentía y garra inconfundible.

Más que “Desamparados” refugiados en la esperanza

En la primera semifinal del Torneo Argentino A, Central Norte no pudo rescatar un punto ante Desamparados de San Juan. Esta derrota por 1 a 0, no hace más que obligar al equipo azabache a reponerse y renovar las energías de manera inmediata y dar pelea en la penúltima batalla en terreno salteño, para seguir sumidos en la ilusión de volver a ascender por segunda vez en un año, pero en esta oportunidad, a la Primera B Nacional.
Este campeonato 2010 – 2011 fue largo, difícil y agotador para los 24 equipos que participaron, y sin lugar a dudas, ha requerido de un gran esfuerzo, compromiso y sacrificio por parte de todos pero solamente los que estuvieron preparados para asumir tal responsabilidad son los que hoy siguen dando combate y entrega para cumplir con su promesa y su gente.
Este plantel Cuervo entendió que el éxito en el fútbol está en el trabajo y empeño incesante. De esta manera, como decía el pensador y político indio, Mahatma Gandhi: “Con esfuerzo encontrarán la victoria completa y esa será la recompensa de meses de lucha y dar pelea hasta el final”.
El rumbo del Azabache estaba marcado, debía disputar, sufrir y lidiar más, para ir en búsqueda de la segunda oportunidad que les permite este torneo para ascender, la de la Promoción. Para estar donde está “mucha agua tuvo que correr por debajo del puente” pero con todo el bagaje emocional que tiene supo salir adelante hasta en las situaciones más complicados.
Central Norte lleva jugados hasta el momento 41 encuentros y en ese trayecto recorrido perdió técnicos, jugadores y partidos pero nunca abandonó su objetivo y supo mantener firme: sus ideales, el propósito, la intención, el deseo y el fin de superarse y ser mejores en equipo.
Todo eso les posibilitó recuperarse en el momento justo y estar peleando una llave importante para llegar a las puertas de una posible final y concluir de esa manera una campaña que desde ya es virtuosa y satisfactoria. Sin olvidar lo significativo que fue sentirse conmovido en cada partido por ese jugador “número 12” que es incondicional, infaltable, incasable y único porque está en las buenas y en las malas, porque vive y sufre de igual, mejor o peor manera que los que están dentro de la cancha y porque a pesar de las circunstancias la pasión lo motivó a nunca perder la fe.

El sueño encadenado por los recuerdos

Desde aquel 1987 cuando Central Norte no pudo mantener su categoría por el Nacional B tuvo que postergar grandes triunfos, logros y halagos y esperar veinte años para volver a hacer sentir y vibrar al “nido de cuervos” de la Avenida Entre Ríos con dos ascensos; primero en el 2006 y después en el 2010.
“Que veinte años no es nada”; decía Gardel y así Central tuvo que esperar con la mirada encendida de ilusión entre las sombras de los desaciertos futbolísticos durante esos campeonatos. Pero intentó y luchó para después pronunciar el nombre de CAMPEON.
Hoy no están “Palito” Álvarez, Miguel Rodríguez, Arsenio Benítez, “El Negro” Alegre o Luis Galván, jugadores históricos y memorables de la entidad Cuerva. Pero este presente tiene otro resplandor porque ha renacido con un plantel que supo contagiarse de la mística del Club y le ha devuelto el protagonismo y la esperanza de tener la chance de volver a estar en un escalón superior del fútbol argentino y de llevar a lo más alto al Cuervo del pueblo.
En esta campaña, Central tuvo la humildad de los grandes y esto lo acerca indudablemente a lo realmente colosal de la gloria porque demostró en silencio y con hechos que la convicción, el trabajo y el estilo son el sostén para conseguir cosas importantes.
El hincha azabache es el que anhela con grandes ansías que la progresión de la Institución sea lenta pero sin pausa para poder desarrollarse nuevamente como Club prestigioso del medio. Nada se le puede reprochar a su gente porque fue la única que guardó escondida una esperanza humilde y que ha sido toda la fortuna de su corazón para mantener vivo los colores “negro y blanco”.
Para la dirigencia de Central queda mucho por seguir trabajando y entregando por el bien de la entidad. El sacrificio debe ser mayor, volver a jugar torneos en su propia cancha, escenario donde supo disputar todos los partidos que lo llevaron a ascender al Nacional B, esa será la tarea a futuro y la obligación de sus directivos para no perder lo más valioso que supo construir, mantener y sostener todo el pueblo azabache durante todos los tiempos y es la mística, garra y coraje que sólo puede transmitir el Barrio Norte.

La ilusión “celeste y blanca” For Ever

Gimnasia y Tiro consiguió un empate importante, en Resistencia, ante Chaco For Ever en la primera semifinal del Argentino B. Este resultado acrecienta las aspiraciones de llegar a una posible final para poder ascender al Torneo Argentino A. Ahora, deberá esperar por la revancha en 7 días.Dicen que “la ilusión vale cuando la realidad la toma de la mano”; este presente Albo permite suponer que la esperanza de miles de hinchas no forma parte de un espejismo o de una utopía, sino que los hechos demostraron que el sueño del pueblo millonario se puede hacer realidad.
Tuvieron que pasar 6 años para que el destino futbolístico del Albo le permita volver a vivir y sentir una semifinal trascendente y que además esté a un paso de subir al escalafón que le devuelva el protagonismo que tanto reclaman sus seguidores pero en otra categoría.
En esta primera final anticipada que disputó el equipo de Ragusa, demostró ser un conjunto aguerrido, con idea de juego pero que no deberá perder en momentos claves la atención y concentración en su última línea y mantener firme la “muralla” en mitad de campo que le permita crear y tener más volumen de juego.
La teoría “Ragusiana” ha sido efectiva en su tercera vuelta, porque tuvo el tiempo de trabajo necesario y porque el objetivo trazado desde su llegada al Club fue claro: talento más sacrificio y trabajo da como resultado una campaña irreprochable de punta a punta. Todo esto lo consiguió porque detrás estuvo la labor constante de su cuerpo técnico y sus jugadores que decidieron formar parte del sueño de todos los albos. La fe es el motor que motiva a este técnico a luchar y vivir cada partido como si fuera el último, con la ansiedad y la exigencia de querer mostrar en cancha el mejor juego en equipo.
Gimnasia tendrá que hacer valer sus pergaminos cuando le toque volver a enfrentarse a Chaco de local, y demostrar porque es el mejor en su categoría, tiene la obligación de sostener que todo el esfuerzo y trabajo dado hasta ahora no fue en vano, y deberá entregar y mostrar el “plus de garra” que se guardó para esta instancia y justificar porque quiere ser finalista y campeón.
Hoy el hincha invoca en cada una de estas finales a las grandes glorias que vistieron y pisaron con orgullo el Gigante, y trae a su memoria a jugadores de la talla de Omar “Negro” Alegre, Luís “Gringo” Viano, Sergio “Loco” Armata, Pedro “El Grande” Guiberguis, entre otros. El millonario quiere ver en Valdiviezo, Plaza, Rodríguez, Albornoz, Saucedo, Zambrano, Burruchaga, López, Young, Nuñez y Pérez, a esos jugadores que supieron darle grandes satisfacciones y alegrías a su gente.
Un Gigante se está despertando
El fútbol salteño se vuelve a paralizar porque Gimnasia y Tiro es uno de los dos equipos de la Provincia que está próximo a conseguir un logro que muchos quieren pero que pocos pueden alcanzar. El conjunto de calle Vicente López está transitando ese momento excitante que nos da el fútbol y espera gozar con un grito de gol campeón. Está viviendo y palpitando junto a toda su gente esa euforia única e irrepetible de sentirse parte nuevamente de un presente glorioso que puede culminar con éxito.
Gimnasia y Tiro va por el buen camino, tiene en sus manos la posibilidad de crecer futbolísticamente y después buscará el engrandecimiento Institucional permitiéndole al socio volver a ser parte del Club con su voz y voto. Como entidad social y deportiva tiene que seguir trabajando arduamente, el anhelo de sus propios conductores es el de formar un plantel profesional con jugadores de su semillero y es también el deseo de todos.
Sin lugar a dudas, que con el apoyo de sus socios e hinchas podrán despertar al Gigante y así marcarán el puntapié inicial de acercarse a lo que el hincha millonario en realidad sueña y es volver a marcar presencia en esos escenarios donde fueron testigos, en los años ’93 y más tarde en el ’97, de grandes tardes en el fútbol de Primera.

El Santo ganó pero no le alcanzó

“Las cosas que duelen, instruyen”; decía el científico e inventor estadounidense Ben Franklin. Con este pensamiento y de esta manera, se retiró el hincha antoniano después de ver a su equipo ganar pero que no les alcanzó y terminó sepultando toda chance de poder clasificar a los Playoffs.
El antoniano se fue con el dolor, la tristeza y desazón de haber sumado un nuevo fracaso deportivo y así en un silencio reflexivo se cerraron las puertas del Fray Honorato Pistoia, esperando que en agosto se vuelvan a abrir renovadas y con nuevas esperanzas latentes.
La agonía antoniana llegó a su fin. A pesar de todo, la llama de la ilusión se mantuvo encendida hasta el último minuto de juego pero el destino futbolístico del Santo lo quiso así y no llegó a ser lo que todos esperaban que sea, un equipo ganador. Porque cuando los desaciertos aparecen y se van sumando provocan el desgaste natural en los procesos; y por ende el final siempre es anunciado y predecible porque con talento no siempre alcanza, porque ganar para no perder es un pensamiento de perdedores y porque el sacrificio y la entrega deben ser los pilares para ser el mejor. Y eso, esencialmente le faltó a Juventud Antoniana.
Esta campaña 2010 -2011 sirvió de enseñanza para todos sus protagonistas. Primero, para sus propios dirigentes que sienten, nuevamente, la frustración de no haber cumplido sus objetivos y ahora deben empezar a actuar de manera más inteligente y justa por el bien del Club.
Quedó demostrado que de la manera en que se trabajó y se dio hasta acá no alcanzó y no sirvió, y probablemente si no se cambia la dirección hacia donde se va y de lo que se quiere, seguramente el final terminará hasta donde se lo propongan.
Y en segundo lugar, los jugadores, eran los responsables de hacer las cosas bien dentro de la cancha pero no supieron encontrar la afinidad, unidad y personalidad como equipo para ser un grupo invulnerable y campeón. Aprendieron que todo ciclo llega a su fin y sí se intenta una y otra vez sin la convicción y seguridad necesarias es mejor retirarse en el momento justo y darle paso y oportunidades a quienes puedan ofrecer más que sólo ilusiones.

El pueblo antoniano pide a gritos un CAMBIO, una REACCION y ACCION

Alcanzar el éxito no es fácil ni sencillo, pero para conseguirlo hay que estar preparados. Este fracaso debe ser una nueva oportunidad de volver a comenzar y de actuar pero de manera más inteligente y capaz. El patrimonio de la victoria y el éxito debe estar en valorar las inferiores, en el trabajo lento y seguro de los proyectos a largo plazo, en la capacitación constante de técnicos profesionales y fundamentalmente en proporcionar las herramientas y los recursos para que el fin se pueda cumplir.
Hoy es el turno de actuar con madurez, astucia y responsabilidad del Socio antoniano, quien debe el 23 de junio, analizar, observar, distinguir, separar y elegir que es lo mejor para Juventud Antoniana. Después de 40 años, tendrá la oportunidad de elegir quienes conducirán los destinos del Club.
El hincha debe empezar a participar más, tiene que ser protagonista con su opinión, sus propuestas, ideas y acercamiento constante a la Institución. Entre todos, con la voluntad de los antonianos se volverá a recuperar el lugar en las primeras planas del SANTO porque la grandeza está, porque la esencia antoniana es única y diferente a las demás y porque SUS INFERIORES Y SU GENTE pide a GRITOS un CAMBIO, pide una REACCION inmediata, y exige ACCION para crecer por el camino adecuado y el más seguro hacia la gloria.