lunes, 27 de junio de 2011

El Santo ganó pero no le alcanzó

“Las cosas que duelen, instruyen”; decía el científico e inventor estadounidense Ben Franklin. Con este pensamiento y de esta manera, se retiró el hincha antoniano después de ver a su equipo ganar pero que no les alcanzó y terminó sepultando toda chance de poder clasificar a los Playoffs.
El antoniano se fue con el dolor, la tristeza y desazón de haber sumado un nuevo fracaso deportivo y así en un silencio reflexivo se cerraron las puertas del Fray Honorato Pistoia, esperando que en agosto se vuelvan a abrir renovadas y con nuevas esperanzas latentes.
La agonía antoniana llegó a su fin. A pesar de todo, la llama de la ilusión se mantuvo encendida hasta el último minuto de juego pero el destino futbolístico del Santo lo quiso así y no llegó a ser lo que todos esperaban que sea, un equipo ganador. Porque cuando los desaciertos aparecen y se van sumando provocan el desgaste natural en los procesos; y por ende el final siempre es anunciado y predecible porque con talento no siempre alcanza, porque ganar para no perder es un pensamiento de perdedores y porque el sacrificio y la entrega deben ser los pilares para ser el mejor. Y eso, esencialmente le faltó a Juventud Antoniana.
Esta campaña 2010 -2011 sirvió de enseñanza para todos sus protagonistas. Primero, para sus propios dirigentes que sienten, nuevamente, la frustración de no haber cumplido sus objetivos y ahora deben empezar a actuar de manera más inteligente y justa por el bien del Club.
Quedó demostrado que de la manera en que se trabajó y se dio hasta acá no alcanzó y no sirvió, y probablemente si no se cambia la dirección hacia donde se va y de lo que se quiere, seguramente el final terminará hasta donde se lo propongan.
Y en segundo lugar, los jugadores, eran los responsables de hacer las cosas bien dentro de la cancha pero no supieron encontrar la afinidad, unidad y personalidad como equipo para ser un grupo invulnerable y campeón. Aprendieron que todo ciclo llega a su fin y sí se intenta una y otra vez sin la convicción y seguridad necesarias es mejor retirarse en el momento justo y darle paso y oportunidades a quienes puedan ofrecer más que sólo ilusiones.

El pueblo antoniano pide a gritos un CAMBIO, una REACCION y ACCION

Alcanzar el éxito no es fácil ni sencillo, pero para conseguirlo hay que estar preparados. Este fracaso debe ser una nueva oportunidad de volver a comenzar y de actuar pero de manera más inteligente y capaz. El patrimonio de la victoria y el éxito debe estar en valorar las inferiores, en el trabajo lento y seguro de los proyectos a largo plazo, en la capacitación constante de técnicos profesionales y fundamentalmente en proporcionar las herramientas y los recursos para que el fin se pueda cumplir.
Hoy es el turno de actuar con madurez, astucia y responsabilidad del Socio antoniano, quien debe el 23 de junio, analizar, observar, distinguir, separar y elegir que es lo mejor para Juventud Antoniana. Después de 40 años, tendrá la oportunidad de elegir quienes conducirán los destinos del Club.
El hincha debe empezar a participar más, tiene que ser protagonista con su opinión, sus propuestas, ideas y acercamiento constante a la Institución. Entre todos, con la voluntad de los antonianos se volverá a recuperar el lugar en las primeras planas del SANTO porque la grandeza está, porque la esencia antoniana es única y diferente a las demás y porque SUS INFERIORES Y SU GENTE pide a GRITOS un CAMBIO, pide una REACCION inmediata, y exige ACCION para crecer por el camino adecuado y el más seguro hacia la gloria.

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